Recorren la Web a una velocidad escalofriante, son editados, modificados y transformados de modo inimaginable. En muchos casos son bien recibidos, y en otros, incluso se convierten en una ventaja económica. Sin embargo, los memes también tienen su lado oscuro. Además del acoso digital y la explotación, surge el derecho a la privacidad, y el deseo de defenderlo en un entorno legal. Uno de...