Según Forbes el tatuador Dex Moelker, quien es el dueño del local donde se hizo el tatuaje, ha confesado. "Realmente no es un tatuaje, es un transfer que se irá en un par de días con el lavado", ha dicho a un periódico Holandés. Parece ser que solo se tardó en hacer unas pocas horas y no 30 como se dijo.