Ni las señales luminosas que hace un mes colocó el Ayuntamiento en la sinuosa carretera que une Porceyo y Sotiello sirven para evitar el paso de camiones, que una y otra vez quedan atascados. Un camionero polaco ha quedado varado esta semana en la curva más pronunciada de la carretera. En la parte alta del camino hay muchas curvas cerradas y de gran pronunciación y en la baja un túnel de apenas tres metros de ancho que limita el paso.