Este curioso trabajo se presentó en SIGGRAPH 2008, bajo el título Data-Driven Enhancement of Facial Attractiveness y trata sobre un algoritmo en el que se han capturado las preferencias estéticas de un montón de personas sobre cómo consideran «una cara bella», según sus rasgos y diferentes patrones.Lo que hace el ordenador es aplicar esas reglas, relativas a las distancias entre diversos puntos de las facciones de la cara, sobre imágenes reales, modificándolas, de modo que el resultado es… una cara más «bella», en un proceso automático.