El Senado italiano dio ayer el primer paso la muerte política del ex primer ministro Berlusconi, condenado a cuatro años de cárcel por fraude fiscal. Por 15 votos en contra y 1 a favor, la Junta para la Inmunidad de la cámara alta rechazó el pedido del Partido de la Libertad para que no se aplicara a su líder la Ley Severino, aprobada en diciembre, cuando todavía gobernaba Monti, que establece la imposibilidad de presentarse a elecciones o la expulsión del Legislativo de personas condenadas en firme a penas superiores a dos años de cárcel.