Stéphane Blanquet entra en el Museo del Erotismo de París con una recopilación de viejas imágenes sexuales transformadas en viñeta de cómic underground.

Tras las exhibiciones de Miley Cyrus y Rihanna, cantantes cargan contra la industria musical y Annie Lennox sugiere que los vídeos lleven calificación moral. De fondo, la motivación económica: el sexo vende. Bien lo sabe la MTV, potenciadora de muchos de estos despelotes. Charlote Church, de 27 años, que lleva 15 grabando discos, incomodó a su público, integrado en buena parte por altos directivos de la radio británica: ningún medio defendería la pedofília pero sí se considera aceptable el sexualizar a menores de edad como Lolitas.

¿Quién no se acuerda de aquellas joyas de la cinematografía pornográfica en aquellos ignotos e inhóspitos estantes de los videoclubs de la esquina? Qué decir de aquellas parodias de clásicos del cine con los títulos convenientemente cambiados para hacer juegos de palabras (véase "Rabocop", "La guarra de las galaxias"... El mítico grupo Un Pingüino En Mi Ascensor (que sigue en activo aunque algunos no lo crean) les hace un homenaje a todas ellas con este divertido videoclip. No hace falta decir que TODOS los títulos de películas son REALES.

Cantarle al sexo (explícito) sin renunciar a ser chic. Así explica Immanuel Casto el éxito de Battito Anale (Latido anal), canción del verano en la muy católica Italia.

La cantante pop Mariah Carey está intentando evitar que una actriz porno convertida en política llamada Mary Carey registre su nombre artístico que suena de forma similar al suyo, alegando que los fans podrían confundirse. Pero la actriz de películas para adultos, cuyo nombre real es Mary Cook, dijo el viernes que no se sentía intimidada por la estrella internacional y seguirá adelante con la petición de registro de su nombre artístico. David Beitchman, abogado de Mary Carey, dice que Mariah Carey tiene pocas oportunidades de ganar.