Carlos Pobes es físico de astropartículas y montañero, así que le pareció lo más normal del mundo responder a una oferta de trabajo muy peculiar: cuidar del telescopio de neutrinos IceCube, en el mismísimo Polo Sur, durante todo un año. Lo logró. “Allí no hay nada de nada, ni animales ni plantas, ni líquenes... En invierno, la temperatura llegó hasta 76 grados bajo cero de mínima y unos 40 de máxima