El descubrimiento ha permitido a los astrónomos determinar la masa del agujero negro supermasivo situado en el centro del sistema (unos 2.000 millones de masas solares). También ha confirmado que tanto el cuásar como las galaxias que lo rodean presentan un elevado grado de evolución en términos de masa y enriquecimiento de metales, y están en constante crecimiento. Esto tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de la historia cósmica y la evolución química de las galaxias, lo que pone
dx.doi.org/10.48550/arxiv.2406.06697