Un mar de amapolas de color malva. Así lucían hace semanas numerosos campos de cultivo de varios puntos de la geografía alavesa y de Treviño. Hoy las flores han dejado paso a una planta delgada, de cerca de un metro de altura, coronada por una especie de sonajero. Se trata de la cápsula del 'papaver somniferum nigrum', una variedad del opio que se utiliza para la fabricación de medicamentos y cuyo cultivo está muy controlado por los ministerios de Sanidad e Interior.