Murray Gell-Mann tuvo un impactante éxito con las partículas, notorias fricciones con Feynman, y una oportunidad perdida con Einstein. No es casualidad que el quark – el elemento constituyente de protones y neutrones, y por ende, de tí y de mí y de todo lo que nos rodea – tenga un nombre tan extraño y encantador. El físico que lo descubrió, Murray Gell-Mann, ama las palabras tanto como la física. Es conocido por corregir la pronunciación de un extraño de su último apellido (lo que no siempre funciona) y es más que feliz dando nombres a ...