Los 8.000 litros de leche de una cisterna por la mañana y los 16.000 de otra por la tarde acabaron ayer en Ribadeo en el suelo. Las dos de Lácteos Lence, del empresario Jesús Lence, también propietario de Leite Río. Todo como protesta porque la citada empresa decidió dejar de recoger el producto a dos ganaderos que exigían más de los 27 céntimos por litro que recibían. La medida fue secundada por otros cien productores lácteos, que por solidaridad decidieron no entregar su producto a Lácteos Lence.