La infraestructuras tradicionales de telefonia están dimensionada para dar servicio en condicionales normales. Cuando produce una demanda inusual, como después de un terremoto, algunas llamadas funcionan pero la red colapsa, a tal punto que a ratos no se puede hacer ninguna llamada. A esto hay que sumar que un sismo u otro tipo de desastre natural puede afectar físicamente infraestructura terrestre incluyendo centrales de conmutación, cables de última milla, torres de telecomunicaciones, fibra óptica, energía para las comunicaciones, etc.