"Los Hashshashin fueron una secta disidente de los Ismaelitas nacida en torno al siglo XI en el actual Irán. Llegaron a asesinar líderes enemigos muy protegidos lo cual creó la leyenda de que nadie podía escapárseles. Su modo de operar era casi siempre el mismo, asesinaban a su víctima en público en presencia de mucha gente y además desde una corta distancia. Este modus operandi implicaba la muerte segura del asesino pero no importaba el paraíso le estaba esperando y la propaganda garantizada."