La cantante pop turca Gülsen procesada por una broma sobre escuelas religiosas islámicas durante un concierto, fue condenada ayer a 10 meses de cárcel por "incitar al odio y la enemistad". El caso se remonta a un comentario que Gulsen Bayraktar Colakoglu realizó durante un concierto,en el que aludió, en modo irónico, a que la "perversión" de uno de sus músicos venía de haber estudiado en la institución religiosa.El tribunal decidió reducir la pena a 10 meses en suspensión debido al "buen comportamiento" de la imputada,que fue detenida en agosto