El pantano de Sau, el segundo con mayor capacidad de las cuencas internas de Cataluña, está al 10%, un nivel tan bajo que ha obligado a iniciar un trasvase. Alguno de los embalses que rodea Barcelona, como el de San Román de Sau, están tan bajos que antiguas construcciones que no se veían desde la última gran sequía, en 1990, han resurgido, una iglesia completa o un puente.