El 12 de marzo de 2015 unos desaprensivos lanzaron por encima del vallado a Trasgu al interior de un cercado con dos lobos en Belmonte (Asturias), para que estos se la comieran viva. Los lobos, que permanecen bajo el amparo del Gobierno del Principado ya que fueron encontrados desamparados, no solo no atacaron a Trasgu, “sino que lo acogieron y protegieron“. Hoy está en un santuario de animales, sana y salva.