¿Por qué no tenemos mayor problema en decir oreja o muela, pero nos sonrojamos ante la idea de enseñar a nuestro hijo que lo que tiene ahí abajo es un pene y las dos bolsitas, testículos? ¿O que lo que tiene nuestra hija entre las piernas se llama vulva? Ni "toto", ni "colita". Es más importante de lo que creemos que llamemos a los genitales por su nombre y que los niños lo aprendan así: pene y vulva. Precisamente el hecho de usar el nombre correcto de los genitales es algo tremendamente positivo de cara a la prevención de abusos sexuales.

Estos meses tan nefastos para la cultura han hecho que muchas personas que vivían de ese sector se tuviesen que reinventar, como la cantante Soraya Arnelas que ha anunciado el lanzamiento de una línea de ropa bajo la firma Chochete, toda una colección de sudaderas que ha visto la luz.

Un artista no pudo enviar un paquete con un cuadro que compró un coleccionista en Alemania porque la directora de la oficina de Correos (calle Jacinto Verdaguer, en Carabanchel) consideró que el papel en el que estaba envuelto resultaba “ofensivo”. El papel de la discordia era un diseño del propio artista, con un estampado de “pollitas y chochetes” dibujados con trazo infantil.

"Imagínate la esencia de una mujer en una botella de cerveza. ¡Cerveza que sabe a champán!". Con este eslogan se descuelgan en Indiegogo, un sitio internet para la puesta en marcha vía crowdfunding de proyectos de todo tipo, los inventores de la primera cerveza vaginal de la historia. El promotor de la chaladura es un polaco, Wojciech Mann, que ha liado en el proyecto a una modelo checa, Alexandra Brendlova, para aportar esa "esencia" femenina a la cerveza.

Joven de Huelva pone a la venta su imán de chochetes por ampliación de familia...

En un mercadillo, cuando la prenda, no se cambia por dinero...

El fiscal apunta en su escrito que "en dicho estado de convivencia conflictiva permanente" sobre las 15.45 horas del día 9 de octubre de 2006, la abuela, al ver que su nieto estaba desnudo en su habitación, le pidió que se vistiese. En ese instante, J.M. le dijo a su abuela: "Ven para acá chochete, que te voy a follar", a la vez que le tocaba en sus genitales.