Aymeric Chauprade, doctor en Ciencias Políticas de La Sorbonne, advierte sobre una vuelta al "Islam arcaico" y a una "no aparente recolonización" de la región. El geopolítico francés explica este fenómeno por la división entre política y religión que los Estados autoritarios como Túnez, Egipto o Siria imponían. "El mundo árabe es básicamente islámico, porque la legitimidad política no se define como en las sociedades occidentales. Uno de los problemas de estos Estados es que no lograron clausurar la legitimidad de la religión".