Iris López tenía 18 años cuando en 1942 comenzó a trabajar en los astilleros Calship Yards en Los Ángeles. Construir los Buques de la Victoria, no sólo ayudaría con los esfuerzos durante la Segunda Guerra Mundial sino que le permitiría a la joven mexicana-estadounidense mantener a su familia. Pero antes de que se uniera a estos esfuerzos, Iris había formado parte de una historia mucho menos conocida y siniestra: a los 16 años, había sido internada en una institución del estado de California y esterilizada.