Imponente y enigmático, el Bosque de piedra de Madagascar o Tsingy, como lo llaman los lugareños y que significa: “el lugar donde no se puede caminar descalzo”. Este bosque de piedra se ha ido formando durante miles de años por la erosión del viento y la lluvia y por la acción de las aguas subterráneas, que han ido hundiendo y socavado el terreno, creando un intrincado laberinto de enormes grietas y altas agujas de piedra. La reserva de Tsingy entró a formar parte del Patrimonio de la Humanidad en 1990, siendo considerado parque nacional.