Imágenes del visor y de las diapositivas que se entregaban de regalo con los pastelitos Bony, Bucanero y Tigreton. Las fichas pertenecen a la colección de 1973, 99 inventos de la humanidad.

Que las pautas alimentarias cambian con el paso de los años es evidente. Que nuestros gustos se moldean en una combinación compleja de tradiciones, inercias, modas y conocimientos científicos, también. Comemos lo que nos han dado de comer en la casa familiar, lo que encontramos en el súper, lo que vemos en la tele, lo que pedimos en un restaurante, lo que leemos a un nutricionista.

Esta semana, en una entrevista exprés para el programa de La Mañana de TVE1, delante de Telefónica me preguntaron por los timos en la red, donde yo hablé de las campañas de Ransonware, de las sextorsiones y alguna cosa más que salió por la charla. Yo estaba en las oficinas de Eleven Paths en el Distrito Telefónica, así que no podía saber para nada cómo me estaban rotulando, algo que más tarde descubriría, ya que me catalogaron como "Expirata informático", nada más y nada menos.

Hoy vengo a hablaros de dos de los productos alimenticios que acompañaron nuestras queridas, y casi olvidadas meriendas, dos auténticos supervivientes, que aunque se vendían por separado, siempre iban de la mano: Bony y Tigretón, dos bollos de características bastante similares pero con personalidad propia, mascotas y sabores distintos.

¡Ábreme, perra! Vídeo Blog de Bollicao (Nada que ver con la repostería), aquí nos habla de las lesbianas primerizas y sus distintas "fases".

¿La extinción de la pantera rosa y el tigretón? Sanidad podría prohibir la venta de productos que incumplan la ley alimentaria, como bollos con grasas trans o aperitivos con mucha sal.