Le Sacre du Printemps, es decir "La Consagración de la Primavera", es una de las obras que marcaron el camino de la estética musical del siglo XX. Su estreno en París en 1913 suscitó el mayor escándalo de la historia en la ejecución de una obra musical. Indudablemente, la música de "La Consagración de la Primavera" constituía una tremenda sacudida para los oyentes. Stravinski utiliza en su obra unos medios de expresión extraños y mucho más violentos de los acostumbrados en las salas de París.