"Se propagan como un incendio forestal". Así de contundentes son las declaraciones de Susanne Kluh, directora de Servicios Científicos y Técnicos de la ciudad de Los Ángeles. La alarma saltó a comienzos de verano por todo el sur de California ante la invasión de dos variedades del mosquito 'Aedes'. Cientos de personas se apresuraron a los servicios sanitarios con picaduras, en particular de las rodillas hacia abajo y alrededor de los tobillos. En el momento del ataque no se dieron cuenta, por algo lo llaman el "mosquito ninja".