Las historias y leyendas de niños que se crían con y como animales en la Naturaleza son comunes a todas las culturas rurales: el niño que se crió entre lobos en Sierra Morena o el que lo hizo con pumas en Chile, pero siempre tienen un rasgo en común: los animales que les adoptan son mamíferos. Por eso, el caso del niño que sobrevivió 15 años en el Sáhara protegido y alimentado por una manada de avestruces es extraordinario dentro de lo excepcional.

"Dada la pequeña población saharaui en juego (89.000 según el censo de 1999 de la ONU), que España le garantice la nacionalidad española con la posibilidad de emigrar a España, a las cercanas Islas Canarias o a cualquier otra parte de Europa. Y su reasentamiento, en tiempos mejores, podría ser una manera simple de resolver la difícil situación de los refugiados" decía en un cable el embajador Robert P. Jackson proponiendo como fórmula para desactivar el conflicto y darles una salida a todos aquéllos descontentos con la marroquinidad del Sahara.