Es bastante triste tener que salir a la palestra cada vez que escribes un
#noalaguerra para tener que justificar que esa posición no significa que estés con Gadafi. Y es que al parecer, un buen número de personas que antes de ayer salieron a gritar conmigo un no a la guerra de Irak y que esta vez opinan de manera diferente, no dudan en utilizar esa burda excusa para intentar situarme en el lado de los malos y de paso calmar su conciencia.