Es un hecho que en Estados Unidos, el cine bélico con tintes políticos siempre ha estado de moda. En tiempos de guerra, Hollywood tiende a concienciarnos del tremendo esfuerzo que están realizando sus tropas. No obstante, a los guionistas no les bastaba con contar historias de héroes hormonados que se iban al quinto infierno a liberar poblados. No, había que mostrar a Estados Unidos como una nación vulnerable, pura y libre de pecado, sometida a las malas intenciones de sus enemigos.