Como si fuera un actor de Hollywood, la estrella de la nueva serie de televisión o un cantante de moda. A Ryan Lochte los fans le asaltan por su calle, sobre todo mujeres, y le piden autógrafos, besos, abrazos, fotografias junto a él... Todo muy normal, si no fuera porque su último encuentro acabó mal. Demasiado mal, pues el cuádruple medallista olímpico en los pasados Juegos de Londres pasará una temporada fuera de la piscina por el exceso de celo de una aficionada adolescente.