Brandon Cory Lecroy, un hombre de 25 años de Carolina del Sur, decidió matar a su vecino negro. Para ello, entró en una página supremacista y ofreció 500 dólares a un sicario para que lo colgara de un árbol y prendiera fuego a una cruz en el césped de su jardín. Su plan fue adelante, sin ningún contratiempo, hasta que descubrió que la persona que había contratado para cometer el crimen era un agente del FBI encubierto.