Son altos, millonarios, populares y admirados, pero a lo largo de la historia algunos jugadores de la NBA han preferido recorrer la senda de lo prohibido en vez de vivir una vida de privilegios. La reciente detención de Alvin Robertson, acusado de asalto sexual, trata de blancas de una menor y secuestro, ha vuelto a poner sobre el tapete la inadaptación social y tendencia al delito de una minoría de los integrantes de la mejor liga de baloncesto del mundo.
