La izquierda inquisitorial, dice ahora... Pues esto es lo que decía, el propio Alberto Garzón, sobre las puertas giratorias.

Mantener en secreto las prácticas religiosas judías, implicaba, para el inquisidor, que el acusado incurriera en herejía. Los conversos de ancestros judíos estaban en permanente sospecha de mantener prácticas y creencias heterodoxas, lo que, en realidad, no era sino una forma de marcar diferencias sociales, rangos y privilegios distintos entre "cristianos nuevos" y "cristianos viejos".

La Asamblea Legislativa podría aprobar en la plenaria de este jueves una reforma al Código Penal para castigar con hasta ocho años de cárcel a quienes blasfemen y agredan reiteradamente símbolos y creencias religiosas de salvadoreños. La comisión de Legislación del Parlamento dictaminó hoy favorable a la moción de reformar el artículo 296 del Código Penal que actualmente castiga esas conductas satánicas solo con sanciones pecuniarias, por ser considerada una falta y no un delito.