No es ningún secreto que el presidente estadounidense ha designado a muchos de sus partidarios sin la formación adecuada para ocupar los puestos políticos más importantes. La Reserva Federal había sido inmune a la continua invasión de ineptos, aunque eso cambió con la reciente nominación de Stephen Moore. Muchos han descrito al gobierno de Trump como una kakistocracia —el gobierno de los peores—, y no hay duda de que lo sea. Pero también podría decirse que es una ineptocracia —el gobierno de los ignorantes e incompetentes—.