[c&p] En febrero de 1600, el volcán Huaynaputina, en Perú, no aguantó más la presión acumulada en su interior y voló por los aires. Los testigos contaron cómo las cenizas llegaron a caer sobre los barcos que navegaban en el Pacífico, a más de 120 kilómetros de distancia; los habitantes de las localidades próximas vieron como caía sobre ellos una noche que se prolongó más de 10 días. Murieron unas 1.500 personas que vivían cerca del Huaynaputina, pero no fueron los únicos afectados por la erupción.