Nicholas Chamberlain, Obispo de Grantham, ha decidido hacer pública su condición de homosexual después de que un periódico le amenazase con hacerlo público. Admite que está revelación va a causar un gran impacto en la Iglesia y asegura que respeta las reglas eclesiásticas que exigen mantener el celibato. Asegura que está con su pareja desde hace años, pero que no mantienen relaciones sexuales, solo comparte su vida y disfruta de su compañía.