Antes de la revolución, algunos escritores rusos críticos con el régimen, se burlaban de ya de la economía de mercado. Uno de ellos, quizás el más agudo, fue Alexander Goncharov, conocido por su inmortal obra Oblomov, que retrata la vagancia y la desidia en su máxima expresión. Si no la conocéis os la recomiendo encarecidamente, porque vale la pena. En uno de sus artículos publicados en la prensa, aparecía esta parábola que hoy sería políticamente incorrecta, pero que os ruego situéis en su contexto histórico...