Syriza ha ocupado el espacio político que la socialdemocracia abandonó al abrazar los postulados básicos del neoliberalismo -lo que le ha valido en toda Europa la denominación de social-liberalismo- y participar en los gobiernos que han ejecutado las salvajes políticas antipopulares decididas por la “troika” (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). No es ninguna sorpresa, pues, que el programa de Syriza sea un programa reformista, de corte socialdemócrata clásico.