Los ingenieros de Stanford han desarrollado un guante electrónico que contiene sensores que podrían algún día dar a las manos robóticas el tipo de destreza que los humanos dan por sentado. La ingeniera química Zhenan Bao y su equipo demostraron que los sensores miden simultáneamente la intensidad y la dirección de la presión, lo que permite que una mano robótica toque una delicada baya y maneje una pelota de ping-pong sin aplastarla. Pero todavía no son caàces de detecatr que lo que tocan es una frambuesa. Paper:
bit.ly/2AdJ6WK