La petición de firmas reza que el Gobierno de España, con la complicidad de las administraciones autonómicas “ha decidido cerrar la línea de ferrocarril convencional que vertebra los pueblos de Madrid, Cuenca y València, y que solo necesita un mantenimiento decente y unos horarios coherentes”. “Todo-continúa- para favorecer el negocio de unos pocos y dejando tirados a un montón de pueblos de la España vaciada”.

Los alcaldes de los municipios de Utiel y Camporrobles (en territorio administrativo valenciano pero histórica y culturalmente vinculados a las tierras del Reino de Castilla y del Obispado de Cuenca) van a presentar en los plenos de sus ayuntamientos una moción instando al ministerio de Fomento a la inclusión de la línea ferroviaria tradicional Madrid – Cuenca – Valencia como de interés público; documento que trasladará a las Cortes Valencianas y al resto de municipios afectados.

Con la cuenta corriente en números rojos y abatidos. Así es como se encuentran los padres de Sara, una niña de ocho años con una aciduría glutárica que es una enfermedad metabólica que la tiene amarrada a una silla de ruedas, ya que ella no puede coordinar movimiento alguno. Solo se comunica a través del parpadeo. Esta familia de Camporrobles es una de las 3.489 de la Comunidad Valenciana que no ha cobrado la prestación del mes de diciembre del cuidador familiar que se encarga de atender a la pequeña.