El proyecto Atlantropa, concebido en los años 20 por el arquitecto Herman Sörgel, preveía bajar el nivel del mar entre cien y 200 metros e irrigar el Sáhara. Básicamente, se trataba de ganar al mar 660.200 kilómetros cuadrados de nuevas tierras, una superficie similar a Francia. Los proyectos de construcción a gran escala proliferaron durante la Gran Depresión, una época dorada para las construcciones faraónicas. “Lo que hizo tan atractivo este plan fue la visión de que la paz mundial no llegaría a través de la política sino de la tecnología".
Atlantropa fue una gigantesca idea de ingeniería y colonización diseñada por el arquitecto alemán Herman Sörgel en la década de 1920. Planeaba unir los continentes de Europa y África a través de la evaporación parcial del mar Mediterráneo (drenar 1/5 del mar Mediterráneo), permitiendo a millones de europeos obtener una nueva vida en lo que se convertiría en el supercontinente euroafricano llamado Atlantropa. El nuevo continente produciría alimentos para 150 millones de personas.
En la década de los treinta del siglo pasado una nueva guerra mundial solo podría evitarse si se encontrara una solución radical a los problemas europeos de desempleo, sobrepoblación y crisis energética inminente. Con poca fe en la política, el alemán Herman Sörgel recurrió a la tecnología. Un proyecto utópico que, sin embargo, fue considerado en algún momento.
[C&P] Atlantropa es el nombre dado a un proyecto que preveía la construcción de una inmensa presa en el estrecho de Gibraltar, lo que habría permitido cerrar el mar Mediterráneo. Se propuso por primera vez el 1 de marzo de 1928 por el arquitecto alemán Herman Sörgel. [...] Según los cálculos, si el nivel del mar se redujese 80 cm por año, habrían sido necesarios dos siglos para alcanzar el nivel deseado. Esto habría permitido ganar 233 000 km² de terreno baldío. Estaban previstas, dos vías férreas, para unir Berlín, Roma y Ciudad del Cabo.
En 1928 el arquitecto alemán Herman Sörgel propuso el desarrollo del proyecto Atlantropa, que básicamente consistía en drenar parcialmente el mar Mediterráneo. La idea de Sörgel era construir una presa grande de narices en el estrecho de Gibraltar. De este modo se aislaba el Mediterráneo del Atlántico. Aislado, el Mediterráneo empezaría a perder agua de forma natural, por evaporación.
Uno de los inconvenientes que se presentan ante el cambio climático que estamos padeciendo, es el progresivo deshielo de los casquetes polares. El aumento de las temperaturas del planeta hará -y digo hará, porque antes reventaremos todos que ponernos en serio a atajar el problema- que el nivel de los mares suba de manera descontrolada
El multimillonario egipcio Naguib Sawiris anunció recientemente su plan de comprar una isla griega para dar un país propio a los refugiados procedentes de Oriente Medio y África. Aunque Sawiris se refirió a su propuesta como una “locura” en Twitter, palidece en comparación con un proyecto anterior para el Mediterráneo desarrollado en la primera mitad del siglo XX, que fue seriamente considerado por los jefes de Estado y, en un momento dado, incluso por las Naciones Unidas.
Herman Sörgel, un arquitecto alemán, diseñó un plan para drenar el Mediterráneo construyendo una enorme presa en Gibraltar y, así, acabar de un plumazo con el desempleo y los problemas energéticos.
En la actualidad muchos políticos, arquitectos e ingenieros nos sorprenden con megaproyectos a menudo disparatados, pero ninguno llega a hacerle sombra al propuesto por el arquitecto alemán Herman Sorgel en 1927: Panropa, posteriormente denominado Atlantropa. Antes de nada hay que comprender que por aquellos años la práctica totalidad del planeta atravesaba una profunda crisis económica, y muchos ideólogos apuntaban la necesidad de buscar nuevas fuentes energéticas y alternativas al modelo económico y productivo dominante.
En el período de entreguerras, un arquitecto alemán llamado Herman Sorgel estaba convencido de haber encontrado la solución a la situación crisis en que se encontraba inmersa la vieja Europa: rebajar el nivel del mediterráneo hasta 200 metros mediante la construcción de una inmensa presa en el Estrecho de Gibraltar. Electricidad ilimitada y nuevas tierras ganadas al mar serían, sólo, algunos de los beneficios de su plan. Seguir leyendo El hombre que quiso construir una presa en el Estrecho de Gibraltar y crear un nuevo continente, Atlantropa...
Si hoy se construyera una barrera en el estrecho que impidiera esta entrada de agua, el nivel del Mediterráneo descendería casi un metro cada año. Por inverosímil que parezca, esta idea ya se le ocurrió al ingeniero alemán Herman Sörgel en 1929, que planeó la construcción de un inmenso dique en Gibraltar con la idea de unir Europa y Africa secando el Mar Mediterráneo: el Proyecto Atlántropa. Es una de las más disparatadas distopías que conozco y afortunadamente no prosperó, pero ilustra bien lo que pudo suceder realmente durante el Mesiniense..
En el período de entreguerras, un arquitecto alemán llamado Herman Sorgel estaba convencido de haber encontrado la solución a la situación crisis en que se encontraba inmersa la vieja Europa: rebajar el nivel del mediterráneo hasta 200 metros mediante la construcción de una inmensa presa en el Estrecho de Gibraltar. Electricidad ilimitada y nuevas tierras ganadas al mar serían, sólo, algunos de los beneficios de su plan.
En el período de entreguerras, un arquitecto alemán llamado Herman Sorgel estaba convencido de haber encontrado la solución a la situación crisis en que se encontraba inmersa la vieja Europa: rebajar el nivel del mediterráneo hasta 200 metros mediante la construcción de una inmensa presa en el Estrecho de Gibraltar. Electricidad ilimitada y nuevas tierras ganadas al mar serían, sólo, algunos de los beneficios de su plan.
En el período de entreguerras, un arquitecto alemán llamado Herman Sorgel estaba convencido de haber encontrado la solución a la situación crisis en que se encontraba inmersa la vieja Europa: rebajar el nivel del mediterráneo hasta 200 metros mediante la construcción de una inmensa presa en el Estrecho de Gibraltar. Electricidad ilimitada y nuevas tierras ganadas al mar serían, sólo, algunos de los beneficios de su plan.
El ingeniero alemán Sörgel propuso en los años 20 del siglo pasado convertir todo el Mar Mediterráneo en un gigantesco embalse con tres presas: en el estrecho de Gibraltar, en el estrecho de Bósforo, cerrando el Mar Negro y en el estrecho de Sicilia, entre Sicilia y Túnez. Las turbinas serían capaces de generar energía eléctrica para toda Europa. Además, el nivel del mar descendería 100 metros, lo que regalaría 233.000 kilómetros cuadrados y una vía para colonizar África.
Este inquietante mega-proyecto fue una «idea loca» de Herman Sörgel, un pacifista visionario que en 1929 publicó su idea en el libro Mittelmeer-Senkung, Sahara-Bewässerung, Panropaprojekt («Cómo hacer descender el Mediterráneo e irrigar el Sahara: el Proyecto Panropa». La idea básica consistía en cerrar el Mar Mediterráneo para hacer de él una gigantesca presa, que generara ingentes cantidades de hidroelectricidad....
Proyecto loco, loco, loco de los años 30, para crear un dique en el estrecho de Gibraltar, bajarle 100 metros al Mediterráneo, ganarle tierras al mar y crear un nuevo continente, Atlantropa. (Que no se enteren los constructores!)