La presión ciudadana logra paralizar el desalojo del número 29 de la calle Ofelia Nieto. Este miércoles caducaba el plazo por el que el Ayuntamiento podía derribar su vivienda, debido a un plan de remodelación del barrio. Unas 200 personas pasaron la noche en el interior de la vivienda con el fin de proteger a la familia de la policía, que al final no acudió.