Difícil cuestión la que planteo. En primer lugar no es agradable en absoluto ser víctima de un robo, una estafa o una apropiación indebida, y en segundo lugar es menos agradable afrontar el problema que ocasiona un comportamiento de este estilo por algún integrante de nuestra organización. Cuando se comete un delito, siempre tenemos a la justicia de nuestra parte, al menos se presupone la seguridad jurídica de nuestro sistema judicial, pero aquí estamos hablando de un problema real y tangible y no de derechos, deberes y código penal.