El Comité Internacional de la Cruz Roja ha pedido que se detenga de inmediato el uso de bombas de racimo en los conflictos en el mundo y solicitó a los países que destruyan sus reservas. "Lamentablemente, el mortal legado de estas armas está siendo demostrado de manera demasiado frecuente, con nuevos estados que se suman a la lista de países afectados cada año". Eritrea, Etiopía, Serbia y Montenegro e Irak se incluyen entre los países y regiones donde las armas han sido utilizadas recientemente. Este verano se les sumó el Líbano.