Aunque no es tan inusual que parte del glaciar Petermann, de Groenlandia, se desprendiera, el peligro radica en que en su camino podría encontrar plataformas petroleras, rutas navieras y ciudades costeñas, y cualquier choque causaría desastres incalculables. "Un glaciar es como un río relativamente lento movimiento de hielo. Cuando un glaciar desemboca en el océano, como el glaciar Petermann lo hará, se romperá su superficie y creará nuevos icebergs. Es parte de un proceso natural", explicó Bindschadler.