Esta vez, a diferencia del jueves, cuando se produjo un forcejeo con la policía, no se han registrado incidentes. El alcalde de la ciudad, Xavier Trias, ha asegurado que será “tolerante” con la acampada siempre que no se mantenga mucho tiempo, como ocurrió con la del 15-M. Sin embargo, la Plaza de Catalunya ha amanecido con tiendas de campaña, en las que han pasado la noche unas treinta personas convocadas por la plataforma Independència per canviar-ho TOT (“Independencia para cambiarlo todo”, en castellano).