Últimamente, “Sacar de contexto” supone, casi siempre, una muletilla con la que exonerar al pedazo de carne bautizado que haya dicho cualquier barbaridad. Es lo que ocurre casi siempre con esa vena fascista que con tanta frecuencia les sale a los herederos del franquismo que, además, no quieren que los llamen así (recordarán ustedes aquella clausura de la constitución de la madre del PP, Alianza Popular, con tres mil asistentes gritando entusiasmados: ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!).