"En un principio se da la atracción, el flechazo, ese momento en el que dos personas se miran y 'uis, siento maripositas en el estómago'. En ese momento, el cerebro produce cantidades ingentes de feniletilamina, un compuesto de la familia de las anfetaminas que, curiosamente, se encuentra en cantidades generosas en el chocolate". Y luego comienza la fiesta química: dopamina, oxitocina, vasopresina, testosterona...