Bueno, este artículo que fue publicado en Science ha vuelto a remecer a la comunidad científica, tal como lo hizo el artículo de las bacterias del arsénico, también publicado en Science a fines del año pasado. Y no es para más, de corroborarse los resultados, cambiaría la forma en la que estudiamos los genes, su relación con las enfermedades, el desarrollo del cáncer, en fin, una gran parte de la biología molecular.