Podrá parecerle una táctica muy desagradable, pero a los monos capuchinos no les falla. Orinar en sus manos y, después, esparcir el líquido a lo largo de su cuerpo tiene efectos cautivadores en las hembras de su especie. Un nuevo estudio reveló que los cerebros de las hembras se activan cuando huelen la orina de los machos sexualmente maduros. Varias especies de simios de América Latina, como el mono aullador araguato, el mono ardilla y el mono capuchino, se bañan regularmente en orina. Luego de orinar en sus manos, se frotan vigorosamente.