La evolución de Jorge Vestrynge es, como mínimo, atípica: de mano derecha de Manuel Fraga en la más que cuasifranquista Alianza Popular a flamante asesor (todavía no áulico) de Podemos, y tiro porque me toca; previo pase por las casillas partidarias, con mayor o menor dedicación, de PSOE e Izquierda Unida y, eso sí, una relevante presencia televisiva, que parece ser una condición imprescindible para buscarse un hueco en la nueva política espectáculo.