¿Has realizado la experiencia de una amistad verdadera? Te ahogas bajo tu piel y gritas para que te llamen por tu nombre. Necesitas que otro te encuentre para que llegues a ser tú mismo. El día en que recibas la gracia de un afecto verdadero, cambiarás, te transformarás. El amor de Dios es tan fuerte, tan poderoso, que es capaz de devolverte la virginidad del corazón. Dios no te ama porque eres atractivo, sino te ama para que lo seas. Puedes cambiar, cambias, porque él, Dios, te ha encontrado, te ha interpelado, porque su mismo amor transforma.