[c&p] Provistos tan sólo de papel, lápiz y reglas, los 550 participantes de la Olimpiada Matemática esperaban nerviosos ayer a la entrada de la escuela técnica de Ingenieros de Caminos, en la Universidad Politécnica. Redactadas en varios idiomas (participan cien países) las pruebas planteaban tres cuestiones a contestar en un plazo máximo de cinco horas. Eso sí, desde la Real Sociedad Matemática Española, su portavoz, Adolfo Quirós, recordó que España tiene que mejorar su posición histórica en la competición, que tachó de «media-baja».